Toda nuestra miel es 100% pura, natural y cruda. Viene filtrada solamente en el momento de la cosecha, al salir de la centrifuga, antes de entrar al tambor que la custodiará hasta el momento de ser envasada.
En tiempo de invierno, la miel cristaliza y se pone más dura, por esto, para poder seguir envasándola, recorremos a un derretidor de acero que usamos a temperaturas de 30/35 grados, la misma temperatura presente en el interior de una familia de abejas.
Todo se hace de forma manual y artesanal. En tu casa, puedes derretirla a baño maría. De preferencia conservar en lugar fresco y oscuro.